El presidente Alberto Fernández denunció una "desidia y abandono" de la anterior administración. Foto: AFP


El presidente de Argentina, Alberto Fernández, compareció este domingo en la apertura anual de las sesiones ordinarias del Parlamento para presentar los ejes principales de su gobierno: reforma judicial, aborto y crisis económica.

"Un Estado que cuida debe acompañar a las mujeres. La existencia de la amenaza penal no solo ha sido ineficiente, también ha condenado a muchas mujeres a recurrir a prácticas abortivas", apuntó Fernández. En cuanto a los plazos, el presidente no ha querido concretar más allá de que el texto habilitará el aborto "en el tiempo inicial del embarazo".

Además de la ley para legalizar la interrupción voluntaria del embarazo, el Gobierno trasladará al Congreso un plan de ayuda a madres de bajos recursos hasta que sus hijos cumplan tres años. Así, anunció que junto a la ley del aborto remitirán al Congreso "un proyecto de ley que instaure el plan de los mil días para garantizar la pensión y el cuidado integral de la vida y la salud de la mujer embarazada y de sus hijos o hijas en los primeros años de vida", igualmente sin concretar plazos.

La economía está pendiente de la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional y los acreedores privados y también busca reactivar el consumo. "Con las autoridades del FMI venimos trabajando de manera constructiva. Hay un creciente entendimiento mutuo. Preferimos una resolución ordenada a la crisis de la deuda y vamos en ese camino", indicó.

Así, Fernández denunció la "desidia y abandono" de la anterior administración, aunque sin caer en la "herencia", un término muy manido por el Gobierno de Mauricio Macri. "Algunos nos piden más ajuste, pero eso lleva a más pobreza, a más exclusión (...). La lucha contra el hambre es nuestra prioridad porque comer no puede ser un privilegio", recalcó.

En cuanto a la reforma judicial, ya fue anunciada el pasado 10 de diciembre, aunque fuentes cercanas a Fernández advirtieron de que no dará detalles de la letra pequeña de la reforma porque la propuesta aún no está terminada.

"Vengo a asumir un compromiso que jamás quebraré. Venimos a ponerle fin a la designación de jueces amigos, a la utilización política de la Justicia y al nombramiento de jueces dependiente de poderes inconfesables de cualquier naturaleza", explicó.

"Estamos terminando para siempre en la Argentina con la manipulación de sorteos, la concentración de procesos que el oligopolio de los jueces federales ha permitido", aseguró.

Asimismo, el Gobierno de Fernández plantea la necesidad de que se apruebe una reforma de las pensiones y de reconfigurar el posicionamiento de Argentina ante el mundo fortaleciendo Mercosur. También ha anunciado una nueva ley de hidrocarburos, "una renovada batalla nacional por el gas y el petróleo".